Por: Carlos Francisco Fernández
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La obesidad y la pobreza agravan el problema de esta enfermedad en América Latina. |
En el mundo, cada vez más personas sufren de cáncer, y las proyecciones no son alentadoras. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 32 millones de pacientes sufren hoy la enfermedad, y la cifra de nuevos casos se incrementará en un aterrador 91 por ciento en los próximos 20 años.
Por esa razón es cada vez más relevante la discusión sobre cómo mejorar el acceso de la población a diagnósticos oportunos y a una adecuada atención.
El problema es aún mayor en América Latina, donde el cáncer es la segunda causa de muerte y se estima que 2,8 millones de personas son diagnosticadas cada año. Según el estudio ‘Control del cáncer, acceso y desigualdad en América Latina’, realizado por The Economist Intelligence Unit (EIU), la población con menores ingresos tiene un nivel de atención insuficiente para el tratamiento de esta patología.
La investigación, que comparó parámetros para comprender el control integral del cáncer en 12 países de América Latina –incluida Colombia–, muestra que Brasil y Uruguay logran los mejores desempeños en el tratamiento, mientras que Bolivia y Paraguay ocupan los últimos lugares, en una región donde todavía el 50 por ciento de los países no cuentan con planes de control aprobados para enfrentar la incidencia de la enfermedad, mientras prevalecen mayores medidas para enfrentar las desigualdades.
El informe de The Economist especifica –entre otros datos– que si el gasto total en salud de un país –y sus fuentes de financiamiento– coincide con las normas asociadas con su nivel de PIB, todos los resultados serían del 100 por ciento.
En principio, entre el 60 y 70 por ciento de los pacientes de la región son diagnosticados en estados avanzados de la enfermedad
En Colombia, por ejemplo, el gasto público en salud está en un promedio de 5,4 por ciento del PIB, casi dos puntos por debajo de otros países desarrollados; y, aunque tenga una cobertura superior al 96 por ciento, hay una lista de desafíos importantes.
En principio, entre el 60 y 70 por ciento de los pacientes de la región son diagnosticados en estados avanzados de la enfermedad; cada año se suman cerca de un millón de nuevos casos, la mayoría de muertes suceden en estratos de ingreso mediano o bajo, la atención se concentra en ciudades principales –el drama es mucho mayor en las zonas rurales–, los trámites y las esperas son una barrera elevada y los casos relacionados con niños afectan a todo su núcleo familiar, entre otras consideraciones.
Un grave problema de salud pública
En América Latina, la enfermedad es un problema de salud pública sumamente serio. De acuerdo con los cálculos de la OMS y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), en 2012 (último año con datos comparables sobre la incidencia y la prevalencia internacional), poco más de un millón de personas desarrollaron la enfermedad en la región; unas 550.000 fallecieron. En conclusión, es la segunda causa de muerte en la región y representa 19 por ciento de todos los decesos (en promedio).
Pese a las dificultades, América Latina ha dado importantes pasos hacia el futuro, como la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), el incremento de las regulaciones antitabaco, el desarrollo de planes y políticas locales para enfrentar la enfermedad y la expansión del acceso a los cuidados de salud para las poblaciones todavía sin cobertura.
Pero el problema persiste, especialmente debido a la aceleración de la epidemia de obesidad y los problemas de financiamiento. Y ya está claro que la carga económica que exige el tratamiento de esta enfermedad se incrementará notablemente en los próximos años.
En conclusión, es la segunda causa de muerte en la región y representa 19 por ciento de todos los decesos
El costo financiero asociado al cáncer es enorme y crece cada vez más”, asegura Alejandro Gaviria Uribe, ministro de Salud y Protección Social de Colombia, en el marco del informe. Además, sostiene que “el alcance es difícil de cuantificar, más aún dado que la transición epidemiológica está cambiando un campo que ya es complejo”.
Al respecto, datos del estudio de The Economist muestran que, por sí solos, los casos de cáncer cuestan a las economías de estos 12 países un total de 4.200 millones de dólares al año, incluyendo costos médicos y la pérdida de productividad laboral.
Esto se debe en gran medida al envejecimiento y al crecimiento de la población. La incidencia de cáncer y la mortalidad (si no se hace algo al respecto) en América Central y América del Sur seguirá aumentando vertiginosamente. Se prevé que los fallecimientos aumentarán un 106 por ciento, una cifra alarmante.Cánceres de pulmón y de hígado, los que más muertes al año causan
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cánceres asociados al aparato respiratorio (de tráquea, de bronquio y de pulmón) son los que más muertes generaron, con más de 1’695.000 decesos en el 2015. Le siguen en la lista los de hígado (788.000 fallecimientos), colon y recto con 774.000; estómago (753.600), de mama (571.000), esófago (415.000), páncreas (358.000), próstata (343.800) y linfomas (343.500).
En la región de las Américas se registraron en el 2015 cerca de 1’298.000 muertes ligadas a la enfermedad. En Colombia se presentan cerca de 71.000 casos nuevos de cáncer anualmente, indica el Ministerio de Salud.
CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO
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